Una herramienta financiera poco conocida está ganando relevancia en el mercado inmobiliario español. La nuda propiedad permite a las personas vender su derecho sobre un bien sin renunciar al uso del mismo, otorgándole este privilegio a un tercero mediante un contrato de usufructo. Esta fórmula es especialmente útil para los mayores que desean obtener liquidez mientras mantienen su vivienda habitual. Aunque las cifras muestran una leve disminución en 2024 con respecto al año anterior, expertos destacan que este tipo de transacciones ofrece grandes oportunidades financieras.
La demanda de este modelo ha mostrado variaciones significativas según las regiones españolas. La Comunidad Valenciana lidera el ranking con un porcentaje considerable de operaciones realizadas, seguida por Andalucía y Madrid. Sin embargo, algunas comunidades como La Rioja han registrado un aumento notable en comparación con años anteriores, lo que sugiere un interés creciente en esta alternativa. Según Julián Franco, socio director de MAS VIDA, el desconocimiento persistente sobre estos productos financieros podría explicar por qué su adopción aún no ha alcanzado todo su potencial. A pesar de ello, las señales apuntan hacia un futuro prometedor, dado el alto número de jubilados que poseen propiedades inmobiliarias.
Este mecanismo representa una solución práctica para aquellos que buscan mejorar su calidad de vida durante la jubilación. Al transformar su patrimonio inmobiliario en ingresos adicionales, los mayores pueden enfrentar mejor sus necesidades económicas diarias sin preocuparse por perder el hogar donde residen. Además, gracias a ciertas exenciones fiscales cuando se trata de la vivienda principal, esta opción se convierte en una estrategia inteligente para optimizar recursos personales. Con mayor divulgación e información clara, la nuda propiedad podría convertirse en una herramienta indispensable para fortalecer la estabilidad económica de muchas familias en España.